CORAZONES AZULES
Los moradores del barrio Chan pintaron corazones para recordar a quienes perdieron la vida en la panamericana.GLORIA TACO/ DIARIO EXPRESO

“25 corazones pintados por la vida: Chan, barrio que lucha contra los atropellos”

Los habitantes se encuentran a la espera de que las autoridades cumplan con la construcción de un puente peatonal 

En el barrio Chan, perteneciente a la parroquia Eloy Alfaro en el cantón Latacunga, fue divido en dos una vez que se construyó la panamericana, desde en 2015 hasta la fecha se registran 25 víctimas mortales quienes han sido atropellados. Como una acción desesperada los vecinos pintaron 25 corazones azules sobre el asfalto, lo que marcan el sitio donde vecinos murieron atropellados. Cada figura es un símbolo de dolor, un grito de auxilio. Es también un homenaje de una comunidad que ha aprendido a vivir entre el miedo, el abandono y la muerte.

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Iván Delgado, presidente de la Fundación Cristian por la Vida, lo dice con voz firme, pero cargada de emoción: “Aquí se han perdido cerca de 30 vidas. La gente está aterrada. Esta vía rápida se ha convertido en un camino de terror”. La fundación que dirige nació del dolor: su hermano, el economista Cristian Paul Delgado, murió arrollado por un conductor ebrio hace 14 años. Desde entonces, su vida cambió. Hoy lidera campañas de educación vial y actos simbólicos como el que organizó junto a los moradores del barrio Chan, en el cantón Latacunga.

Por un día los vecinos cambiaron sus actividades agrícolas y de cuidado de sus animales, salieron con brochas, pintura y lágrimas. Entre todos trazaron corazones, uno por cada vida que la Panamericana se llevó. Fausto Guamangallo, presidente del comité pro-mejoras, aseguró que la tragedia ha dejado 25 familias rotas y al menos 12 niños huérfanos. “Nuestros vecinos cruzan la panamericana para cultivar sus terrenos, pero la carretera es tan ancha que muchos adultos mayores no logran llegar al otro lado. Ahí es donde vienen los atropellos, ahí es donde mueren”.

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Desde el 2015 se han perdido 25 vidas, la mayoría de ellos han perdido la vida al ser atropellados.GLORIA TACO/ DIARIO EXPRESO

Promesas incumplidas

Por su parte Cecilia Abata, moradora del sector, recuerda que en 2015 el ex presidente Rafael Correa prometió un puente peatonal cuando inauguró la obra vial. “Desde entonces hemos tocado puertas, enviado oficios, hablado con gobernadores… pero nada. Cada año cambian las autoridades y todo empieza de nuevo. Nos ignoran. Nos desprecian”. Su voz se quiebra. “Dicen que no hay dinero, pero la vida no se mide con dinero”.

La comunidad ha tenido que organizarse sola. Pintar los corazones fue apenas el primer paso. “Nos han ofrecido reductores de velocidad, pero nunca llegan. Si no cumplen, vamos a parar el tráfico. No queremos disturbios, pero ya no podemos seguir enterrando a nuestros vecinos”, advirtió Freddy Chuquitarco, presidente de la Junta de Agua del barrio.

La vía E35, administrada por la empresa Panavial, genera miles de dólares al día por el paso de vehículos. Sin embargo, ninguna inversión significativa se ha hecho para proteger a los habitantes de este sector rural, donde cruzar la carretera se ha convertido en un acto de fe.

La Fundación Cristian por la Vida prepara un foro de educación vial para el 27 de junio. Está previsto que acudan alcaldes, autoridades de tránsito y representantes del gobierno provincial y nacional. “Nuestro lema es claro: ni en un país en guerra se pierden tantas vidas como en las vías del Ecuador. Exigimos respeto, exigimos que no nos ignoren más”, reclamó Iván Delgado.

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La circulación vehicular fue suspendida mientras se pintaban los 25 corazones que les recuerda a sus muertos.GLORIA TACO/ DIARIO EXPRESO

Mientras tanto, los corazones pintados en el asfalto seguirán recordando a los muertos. Y los vivos seguirán luchando para que al menos sus hijos puedan cruzar sin miedo. (GT) 

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