¿Qué pasará con los proyectos de la Secretaría de Inversiones tras su eliminación?
Asamblea suprime Secretaría antes de decreto oficial
La Asamblea Nacional aprobó el 24 de junio de 2025 la reforma al artículo 9 de la Ley Orgánica de Eficiencia Económica, con lo cual se habilita la eliminación de la Secretaría de Inversiones Público-Privadas. La medida fue parte del segundo debate del proyecto de Ley de Integridad Pública.
La norma faculta al Presidente de la República a distribuir sus funciones entre ministerios y secretarías, dejando abierta la posibilidad de reactivarla si surgen nuevos proyectos. Esto deja en incertidumbre el destino de los procesos iniciados bajo ese esquema.
Proyectos quedan en espera de decisiones presidenciales
Los proyectos que venía gestionando la Secretaría, enfocados en alianzas público-privadas, no tienen aún un canal oficial de continuidad. Según confirmó una funcionaria del Departamento de Comunicación de la entidad, están a la espera de órdenes directas de Presidencia.
La funcionaria indicó que hasta la mañana del 25 de junio, no se ha recibido ninguna notificación formal desde el Ejecutivo sobre el futuro operativo de esos procesos, ni sobre su redistribución entre ministerios.
Renuncia de su titular anticipó el cambio legislativo
El 23 de junio, un día antes de la votación, el secretario Pablo José Cevallos Palomeque presentó su renuncia irrevocable. En su carta dirigida al presidente Daniel Noboa agradeció la confianza, pero no ofreció explicaciones.
La coincidencia entre su salida y la aprobación de la reforma genera dudas sobre el impacto que tendrá la transición institucional en los convenios de inversión público-privada ya suscritos o en etapa de negociación.
La reactivación dependerá de nueva demanda de proyectos
El texto aprobado por la Asamblea menciona que la Secretaría podrá ser reactivada “hasta una próxima necesidad o demanda de proyectos”, lo que deja la puerta abierta para su eventual retorno. Pero no establece plazos ni mecanismos claros.
Por ahora, todo dependerá de las decisiones que adopte el presidente Noboa en el corto plazo. Mientras tanto, los proyectos en curso enfrentan un escenario incierto, sin estructura institucional definida para su continuidad o reubicación.
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